A lo largo de la temporada el equipo ING Renault F1 Team ha ido progresando de forma espectacular.
El rendimiento del R28 sorprendió a todos en el primer Gran Premio de la temporada (Australia) en dónde ningún Renault consiguió pasar a la Q3 en la Calificación. Fue la gran decepción de la temporada ya que se rumoreaba que la escudería gala tenía un as en la manga.
En el GP de Montmeló el R28 presentaba notables mejoras respecto a las anteriores carreras y las ilusiones brotaron de nuevo. Poco después se vio que el monoplaza no estaba, ni mucho menos, a la altura de las circunstancias: tanto en Francia, Inglaterra y Alemania se manifestaron los problemas del bólido y hasta al propio Fernando Alonso se le veía desmotivado.
Este fin de semana, en el GP de Hungría, hemos visto como la escudería metía a sus dos coches en los puntos y eso es una inyección importante de moral, aunque el «sueño» de Fernando de subirse al podio aún no se haya cumplido y difícilmente consiga hacerlo esta temporada a no ser que se encuentre con una carrera «loca» o que la suerte, por una vez en su vida, esté de su lado.
De todas formas, el Renault que hay ahora, es el que Alonso esperaba para iniciar la temporada y así, a estas alturas del campeonato, poder luchar por el podio e incluso por la victoria en cada Gran Premio.
